Al día

Los productos plásticos monouso suponen un problema por su consumo masivo y su poco peso, esto ocasiona un sistema poco sostenible. Para poner fin a esta situación hay que pasar a un modelo de consumo responsable y conseguir una gestión adecuada de residuos.

En 2021 entra en vigor la prohibición de algunos productos monouso y las empresas ya están alineando su actividad con los objetivos de la Unión Europea, pero para encontrar una solución real a los problemas ambientales de residuos y a los productos de un solo uso es necesaria una coordinación, concienciación y trabajo donde se aúne la Administración, empresas y consumidores.

Hay que recordar que los residuos abandonados no solamente son de plástico, hay más tipos de materiales en el medio ambiente. Por esta razón, cuando pensamos en sustituir los plásticos por otros materiales hay que tener en cuenta cual puede ser el sustituto perfecto, qué aplicaciones va a tener y si esta es la solución. Por ejemplo, el bambú se está utilizando como sustituto pero no está regulado y  existe una alerta sanitaria de seguridad alimentaria.

AIMPLAS apuesta por un cambio hacia la circularidad, por la Economía Circular, de esta manera los plásticos no acaban en vertederos sino se valorizan. Cuando se trata de productos monouso el centro tecnológico está ofrece soluciones para cada situación.

• Si están prohibidos: trabaja en productos reutilizables y diseño de producto para alargar su vida útil, sus prestaciones y que tenga un fin de vida circular.
• Si no están prohibidos: investiga soluciones más circulares. Como por ejemplo, aumentar su reciclabilidad, hacer procesos más eficientes, incorporar materiales reciclados o plásticos renovables, desarrollar procesos complementarios al reciclado mecánico, como el reciclado químico.

La industria ya está trabajando en productos reutilizables, además de otras soluciones sostenibles:

• Introducción de materiales reciclados dentro de sus productos
• Materiales plásticos su origen no es del petróleo
• Materiales biodegradables

El plástico biodegradable es una solución en algunos casos, pero no para residuos abandonados, para este problema solo es posible con buena gestión y concienciación.

Además, todos los plásticos no pueden ser biodegradables, en sectores como construcción, automoción o aeronáutica no se puede fabricar una pieza biodegradable.

En otras aplicaciones como las que ya están en el mercado son necesarias, como las bolsas para la clasificación del residuo orgánico o las cápsulas de café que se biodegradan en compost.

Inconvenientes:

• Producción pequeña
• Precio superior
• Tiene que mejorar sus prestaciones

AIMPLAS  pone a disposición de las empresas tanto su conocimiento tecnológico como su experiencia para el asesoramiento en Economía Circular. Contacta con nosotros.