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La Comisión Europea sigue avanzando en su Pacto Verde presentado a finales del pasado año, que establece una ambiciosa hoja de ruta hacia una economía circular climáticamente neutra
La gestión de residuos industriales y peligrosos en tiempos de crisis sanitaria y económica
Ante la pandemia que ha ocasionado el COVID-19, nos encontramos en un momento excepcional que va a tener graves consecuencias para toda la industria en su conjunto y para la gestión de residuos industriales y peligrosos en particular. Todavía no podemos evaluar el alcance de la crisis que se avecina y por esa razón no es momento de caer en la pesadumbre, ya que la gestión de residuos industriales y peligrosos es fundamental para garantizar la actividad de otros sectores esenciales en esta crisis, como son el químico, energético o logístico. Sin la retirada periódica de los residuos estos sectores tendrían que paralizar su actividad. Especialmente importante es la gestión de los residuos sanitarios, que cuentan con profesionales altamente especializados dedicados a solucionar el significativo incremento en la producción de estos residuos y lo hacen de forma segura para no impactar en nuestra salud ni en el medio ambiente. Desde estas líneas aprovechamos para mandar nuestro más sentido homenaje a unas personas que están trabajando en unas condiciones muy complicadas mientras salvan vidas.
Mientras todo esto ocurre a gran velocidad y con cambios constantes, la Comisión Europea ha continuado avanzando en su Pacto Verde presentado a finales del pasado año, que establece una ambiciosa hoja de ruta hacia una economía circular climáticamente neutra, en la que el crecimiento económico esté disociado del uso de los recursos. En esta ocasión, la novedad se encuentra en la reciente publicación del nuevo Plan de Acción para la Economía Circular, que se centra en el diseño y la producción para que los recursos utilizados se mantengan en la economía de la UE durante el mayor tiempo posible. La Comisión quiere que en este Plan participen las empresas y las partes interesadas. Desde Asegre lo haremos activamente, de forma directa y a través de la Federación Europea de Gestión de Residuos y Servicios Ambientales (FEAD).
Luis Palomino, secretario general de Asegre.
A continuación, destacamos las medidas del plan que más refuerzan el papel de los gestores industriales y peligrosos:
- Mejorar la clasificación y gestión de residuos peligrosos para favorecer la descontaminación de los residuos y mantener flujos de materias recicladas ?limpios?.
- Transformar los residuos en recursos secundarios de alta calidad que se integren en un mercado de materias primas secundarias eficiente.
- Desarrollar metodologías para minimizar la presencia de sustancias que plantean problemas en los materiales reciclados y gestionar la información sobre sustancias químicas. Este asunto se abordará en septiembre en la Estrategia de Sustancias Químicas para la Sostenibilidad.
También detallamos las iniciativas más concretas con implicaciones regulatorias para nuestro sector, algunas de ellas ya en marcha:
- Creación de un nuevo marco regulador para 2020 a fin de aumentar la sostenibilidad e impulsar el potencial de circularidad de las baterías.
- Revisión de la normativa sobre traslado de residuos dentro y fuera de la UE para 2021.
- Revisión de la Directiva sobre emisiones industriales, en la que se incluya la integración de prácticas de economía circular en el próximo Documento de Mejores Técnicas Disponibles (MTD) para 2021.
- Revisión de la normativa sobre aceites usados para 2022.
Además, este plan incide en otras cuestiones que nos parecen destacables para nuestro sector:
- Armonizar los sistemas de recogida selectiva de residuos y su etiquetado.
- Reducir al mínimo las exportaciones de residuos de la UE y hacer frente a los traslados ilegales. Esto requerirá un mercado potente con capacidad para absorber las materias recuperadas de los residuos.
- Mejorar los requisitos existentes sobre esquemas extendidos de Responsabilidad del Productor (EPR).
- Examinar las restricciones sobre sustancias muy preocupantes en los casos donde el uso de la sustancia está sujeto a un requisito de autorización.
Y desde el punto de vista medioambiental, queremos mencionar los siguientes asuntos:
- Establecer una contratación pública verde obligatoria mínima.
- Hacer que los productos sostenibles sean la norma en la UE. La Comisión propondrá legislación para una política de productos sostenibles para que sean más fáciles de reutilizar, reparar y reciclar, e incorporen en la medida de lo posible material reciclado en lugar de materias primas primarias.
- Centrarse en los sectores que utilizan más recursos y que tienen un elevado potencial de circularidad. La Comisión adoptará medidas concretas sobre:
- Electrónica y TIC: una 'Iniciativa sobre la Electrónica Circular' alargará la vida útil de los productos y mejorará la recogida, la reutilización y el reciclado de los residuos.
- Envases y embalajes: nuevos requisitos obligatorios que definen lo permitido en el mercado de la UE e incluyen una reducción del embalaje.
- Plásticos: nuevos requisitos obligatorios sobre el contenido reciclado.
- Construcción y vivienda: con objetivos de recuperación de material para residuos de construcción y demolición. Así como para la rehabilitación de zonas industriales abandonadas o contaminadas, y el uso sostenible de las tierras excavadas.
- Textiles: una nueva estrategia de la UE a fin de reforzar la competitividad y la innovación en el sector e impulsar el mercado de la UE de la reutilización textil.
- Alimentos: nueva iniciativa legislativa sobre la reutilización para sustituir los envases, la vajilla y la cubertería de un solo uso por productos reutilizables en los servicios alimentarios.
Desde Asegre acogemos con satisfacción este plan de acción, aunque será necesario pasar previamente el periodo de cuarentena al que está sometido todo el continente para poder evaluar con más precisión su capacidad de desarrollo en el corto plazo. Las autoridades comunitarias han tenido que destinar presupuestos de emergencia en su lucha contra el coronavirus y su impacto en la economía, y esto podría tener un efecto de retraso en muchos de los planes que se estaban poniendo en marcha.
Y en contexto nacional, esperamos que esta crisis no retrase reformas muy necesarias para mejorar la gestión de los residuos. Debemos apostar por un nuevo modelo en el que quienes producen un residuo industrial o peligroso tengan una responsabilidad sobre él hasta que finaliza su tratamiento. En países como Francia, Alemania y Reino Unido ya tienen este modelo de responsabilidad compartida entre el productor y los distintos participantes en la cadena de gestión, con lo que se consigue que el productor busque los tratamientos que mejor se adecuen a cada tipo de residuo.
Confíanos en que podamos volver a la normalidad a la mayor brevedad posible y que el medio ambiente siga ocupando un lugar destacado en la agenda política para que todas estas iniciativas se pongan en marcha cuanto antes.